[dropcap]L[/dropcap]os niveles de inseguridad en la Isla, sobre todo luego de la devastación provocada por los huracanes hace poco más de nueve meses, han disparado la venta legal de armas de fuego en hasta un 60%, una tendencia que según comerciantes continuará en ascenso mientras las personas se sientan vulnerables a la criminalidad en sus hogares y en la calle.
Propietarios de armerías, dijeron que el aumento en el interés de las personas para adquirir un arma y la posterior compra ha sido considerable, y cada vez más mujeres toman la decisión de estar armadas.
José Padilla, propietario de US Tactical Armory, ubicada en la Avenida Jesús T. Piñero, dijo que después del fuerte crecimiento experimentado en los cuatro meses posteriores al huracán María, el patrocinio se ha mantenido. “Muchos han llegado a nosotros por la inseguridad que sienten. Inicialmente por la falta de energía”, y la oscuridad que había en todas partes, indicó.
Según Padilla, el perfil del consumidor es amplio, desde un joven de 21 años hasta un adulto de 60, y muchas mujeres. Estimó que en promedio las personas invierten entre $500 a $600, y son las pistolas Glock las de mayor venta. “Es la de mayor salida por ser un arma confiable de muy buen precio”, añadió.
En el caso de Edwin Pérez, propietario de Bam Bam Gun & Sport Shop, en Manatí, dijo que la venta de armas se ha mantenido entre un 50% a un 60% más de lo normal. En su caso, las armas más solicitadas con las pistolas calibre 9 mm y .40 mm. Explicó que mayormente se trata de pistolas Glock, Springfield y las Smith & Wesson. “Después de María el crecimiento ha sido grandísimo y hemos mantenido la tendencia. La gente busca asegurarse, tanto hombres como mujeres”, comentó.
En Puerto Rico operan 49 armerías, existen 31 clubes de tiro al blanco y se estima entre 18,500 a 19,000 las armas que están disponibles para la venta en establecimientos especializados.
Abundan las solicitudes para portación de armas
Ariel Torres, presidente de la Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencias de Armas de Puerto Rico (Codepola), señaló a EL VOCERO que antes del huracán María, se podían gestionar al día entre 125 a 150 licencias de armas de fuego, y al presente ese número sobrepasa las 230 solicitudes, para un alza de 56%.
Entre el 1 de julio de 2017 y el 31 de mayo de este año en Puerto Rico se han otorgado 8,404 licencias nuevas y se han renovado otras 11,750 licencia, de acuerdo con datos del Negociado de Investigación de Licencias de Armas de Fuego de la Policía. Esa cifra significa un aumento de 1,050 licencias nuevas y 491 renovaciones, en comparación con el mismo periodo entre 2016 y 2017, en un reportaje anterior.
Se estima que en la Isla, cerca de 100,000 personas cuentan con licencias de armas legales. De acuerdo con las estadísticas, las 1,422 licencias expedidas en mayo superaron por mucho las cifras para un mes en los últimos años, y se espera un aumento en este renglón durante el mes en curso.
Al 31 de mayo, 88,467 personas tenían sus licencias activas, y de estas, 76,082 son hombres y 12,385 mujeres. Del total, 31,470 son de portación a través de los tribunales, 74,346 son de tiro al blanco, y unas 2,611 son de tiro al blanco para menores.
Torres coincidió en que la tendencia alcista responde al ambiente de inseguridad que se intensificó tras el azote del huracán María. Comentó que de cada 10 solicitantes de licencias, seis son hombres y cuatro mujeres, desde jefas de familia, principalmente, madres solteras, hasta profesionales que por su trabajo se sienten más vulnerables. “El ciudadano esta consciente que otras alternativas de defensa no letal requieren que el agresor se acerque. En el caso del arma de fuego permite la legítima defensa a distancia. Hoy el que posee licencia puede ir desde el rango más sencillo hasta el multimillonario. Desde la ama de casa hasta la abogada o la enfermera”, destacó Torres.
Gestión para bajar costo de licencias
A la inversión en la compra de armas, se suma el costo inicial para obtener la licencia, el cual puede figurar en los $240. Ese costo, indicó Torres, podría reducirse significativamente, si se aprueba el proyecto 439, del senador Nelson Cruz, que lo llevaría hasta los $50. “Mientras al hombre decente se le exige tanto cumplimiento, el delincuente se queda con las calles. El reducir los costos de las licencias en nada representa una flexibilidad en el uso de las armas, sino hacerla accesible para todos aquellos que deseen poseerla. El primer derecho ineludible es a la vida y el segundo a defenderla”, manifestó Torres.
Además, planteó que es tiempo de eximir al solicitante de pertenecer a un club de tiro y ser socio de la Federación de Tiro para poder sacar la licencia. “Cuando uno practica un deporte como bicicleta, pelota, tenis o baloncesto, no se les exige pertenecer a la federación de ciclismo, pelota o baloncesto, eso queda a discreción del deportista, lo mismo debería pasar aquí. Por el derecho de poseer un arma no se tiene que pagar un club o federación”, sostuvo.
Fuente: elvocero.com
