Ayuda en Pueblito del Carmen

[dropcap]L[/dropcap]a estrecha ruta que dirige al Pueblito del Carmen, una de las comunidades aisladas de Guayama, todavía tiene algunas ramas de árboles y derrumbes de terreno relacionados al potente paso del huracán María. En la comunidad no hay agua ni luz y tampoco señal de teléfono, pero sí llueve el deseo de ayudar a personas de todo Puerto Rico que están pasándola peor.

Camiones con alimentos no perecederos y otros artículos, donados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), el Departamento de Agricultura federal, el municipio y algunas empresas privadas, recorren las constantes curvas que dirigen a una comunidad que está lejos de todo.

Hasta que finalmente lo entregan a un batallón de voluntarios residentes de la comunidad y de algunos barrios de Salinas, que no se han quedado de brazos cruzados para organizar, empacar y clasificar los artículos que se encuentran en buen estado. Algunos alimentos llegan hasta en cajas mojadas o dobladas, pero el 80% de ellos en buen estado.

Emprenden desde el voluntariado EL Trabajo de los voluntarios en la Cancha Bajo Techo del Pueblito del Carmen es salvar esos artículos que todavía sirven y evitar que sean decomisados por las autoridades federales, esto en conjunto con la organización sin fines de lucro Acción Social de Puerto Rico. Una vez organizados, se entregan en bolsas reciclables en municipios tan distantes como Aguadilla, Peñuelas, Río Grande, Ponce, Yauco, Guaynabo, Lares, Barranquitas, Salinas y algunos barrios vecinos como Pozuelo y Cimarrona, en Guayama.

La ardua tarea de estos hombres y mujeres se reflejó en el rostro sudado de Kermit Rivera, un vecino de la comunidad, que acudió ayer al improvisado centro de acopio para ayudar a cargar cajas y dirigir al resto de los voluntarios. “Nosotros recibimos esta mercancía de FEMA que la iban a decomisar, pero tiene un 80% en buen estado”, relató.

El único premio de los voluntarios es que al final del día se pueden abastecer de suministros para sus familiares. “Aquí diariamente recibimos entre 12 y 14 personas voluntarias de comunidades de Salinas y Guayama”, comentó.

Al fondo se podía escuchar el ruido de los camiones que despachaban cientos de cajas con alimentos. Mientras Rivera los asistía en el descargue de las mismas junto a otro vecino voluntario, Carlos Manuel Rodríguez.

Este, por su parte, dijo que su única finalidad es que la comunidad se sienta bien y ayuden a los más vulnerables. “El Pueblito del Carmen está bien agradecido con todo lo que han hecho y nos han dado, y ahora estamos compartiendo con los demás”, expresó con cierta timidez.

“Entendemos que hay muchas personas que necesitan ayuda y nosotros estamos aquí para ayudarlos”, agregó.

Vital la iniciativa de las comunidades

Las ayudas son distribuidas en aquellos lugares que identifica Acción Social de Puerto Rico y el municipio de Guayama. El centro de acopio alternativo comenzó a operar hace poco más de dos semanas y en ese tiempo han logrado entregar más de 2,000 compras de alimentos.

La organización sin fines de lucro cuenta con varios programas de autogestión comunitaria y muchos han tenido que transformarse tras la debacle que ocasionó el huracán. Por ejemplo, el próximo jueves, 7 de diciembre, esperan estrenar una lavandería comunitaria en la escuela Francisco Navarro Colón. Allí las personas podrán lavar hasta dos tandas de ropa y participar de un taller de costura.

Fuente: elvocero.com

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