Con menos dinero en sus bolsillos los meseros

[dropcap]L[/dropcap]a situación económica de Puerto Rico ha hecho cada vez más difícil la labor del mesero, que además de tener que lidiar diariamente con los diversos requerimientos de servicio de los consumidores, han visto reducir sus ingresos en sobre un 15%, lo cual hace casi imposible sostener sus gastos con un solo empleo.

Se habló con un grupo de meseros de diferentes restaurantes, quienes coincidieron en que las tecnologías para pagar con tarjetas de crédito, así como la próxima reducción del Impuesto de Ventas y Uso (IVU) y los contratos a tiempo parcial, reducen o reducirán todavía más sus ingresos. Todos accedieron a ser entrevistados sin ser identificados, ya que alegaron que sus respectivos patronos les prohíben hacer expresiones públicas sobre sus empleos.

Por ejemplo, los entrevistados sostuvieron que al presente pierden mucho dinero con los pagos electrónicos mediante tarjetas de crédito, que son el 60% de las transacciones. Explicaron que en el sistema de cobro, cuando le acercan la máquina al cliente para deslizar su tarjeta de crédito, una cantidad oprime la opción de no propina. Dijeron que anteriormente los clientes anotaban en su recibo la cantidad de propina y podían ser más generosos.

“Esta nueva implementación nos ha costado a los meseros cientos de dólares. Este trabajo ahora apenas nos da para vivir. ¡Suerte que hay muchos jóvenes que todavía vivimos con nuestros padres! Tener familia propia no es posible con este ingreso”, afirmó uno de los meseros, cuyo ingreso mayor en una buena semana puede ser de $300. Dijo que los meses de diciembre y junio son los mejores y pueden recibir —en promedio— unos $80 en propinas por semana.

Un trabajo a jornada parcial

Al hablar sobre las contrataciones, por tratarse de jornadas parciales, no cuentan con beneficios y tampoco tienen garantía de horarios, por lo que pueden llegar un día de trabajo y los devuelven a las dos horas de haber ponchado su entrada. En ocasiones, pueden laborar ocho horas y en propina no alcanzan los $40, indicó una mesera quien labora en un restaurante de Miramar.

Mientras, en torno a la reducción en el IVU de 11.5% a 7% en comidas preparadas —que entrará en vigor en octubre— varios de los meseros entrevistados entienden que recibirán otro golpe a sus bolsillos. Por la experiencia con los clientes, anticipan que los pocos comensales que optan por pagar el 15% de propinas, lo harán ahora por una cuantía inferior.

“No es lo mismo un 15% de $100 a un 15% de $85. Ese ahorro que ahora recibirán los consumidores nos lo transfieren a los meseros; simplemente buscarán mayor ahorro. Pensar que van a comprar más o que van a ir más veces, está por verse”, sostuvo otro mesero del área de Guaynabo. Añadió que la eliminación del efectivo en la tarjeta del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), es dinero que igualmente dejará de llegar a los restaurantes y por ende menos propina que les llegará.

Ajustes que pesan

Los meseros indicaron que de lo poco que reciben en propina, un 2% se les descuenta para pagarles a los empleados de la barra y a los “busser” —empleados que limpian las mesas—. A ello se suma que muchos comensales no suelen dar el 15% de propina, sino que la cuadran con el número más cercano a la cuenta, lo cual fluctúa entre $2 a $5, independientemente el total de consumo.

Asimismo, por cualquier disgusto que pasen en el restaurante —desde que la comida se tardó, hasta que un plato no esté disponible— los meseros sienten que el cliente los penaliza porque son la cara del servicio, y no les dejan propina. “Somos los que pagamos los platos rotos de todo lo que sucede”, afirmó otra mesera, quien es enfermera de profesión.

Destacaron que hay una visión de que los meseros son generalmente estudiantes universitarios, cuando la realidad es que ante la situación económica de la Isla hay personas de diferentes campos profesionales. Se estima que en su mayoría son personas menores de 30 años.

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