En problemas la industria del cannabis medicinal

[dropcap]E[/dropcap]l incipiente sector del cannabis medicinal en Puerto Rico no ha podido despuntar al nivel de lucro que se proyectaba, y hasta ahora, a menos de dos años desde su legalización en la Isla, esta industria apenas ha alcanzado un 28% de los ingresos proyectados.

La proyección apuntaba a que en esta primera etapa del lanzamiento de la industria, representaría para Puerto Rico ingresos de $50 millones, cifra que hoy solo alcanza los $14 millones.

Sin embargo, en la parte de empleos sí se ha registrado un crecimiento significativo, que supera los estimados. Se habló en un principio de la creación de 300 empleos directos y 1,500 indirectos, y hasta ahora suman 1,000 los empleos directos creados y 3,000 los indirectos.

Con los datos ofrecidos cuando se decretó la ley para habilitar la operación de la industria, después del primer año, las proyecciones eran más agresivas aún. Estimaban $150 millones en ingresos y la creación de entre 5,000 a 10,000 empleos.

En términos de a cuántos pacientes beneficiaría el nuevo sector, se dijo hacia finales de 2016 que durante el primer año de actividad, entre 200,000 a 300,000 utilizarían tratamientos asociados. La cifra actual alcanza solo a 28,108 pacientes activos y unos 300 preaprobados.

A ello se sumaría el turismo médico, donde pacientes de fuera de Puerto Rico, que hoy van a otras jurisdicciones en busca de sus tratamientos, llegarían a la Isla, lo cual representaba entre 10,000 a 20,000 personas. Este segmento aún no se ha podido desarrollar al nivel esperado.

Plantean razones para el cambio en números

Las razones para que no se haya cumplido la proyección, acorde con el licenciado Goodwin Aldarondo, presidente de Puerto Rico Legal Marihuana, es la falta de fondos y recursos de la Oficina de Cannabis Medicinal del Departamento de Salud, y también por la ausencia de promoción de Puerto Rico como destino de turismo médico en el campo del cannabis medicinal.

“En esa oficina hay un embudo de pacientes esperando por la tarjeta y los que la adquieren tienen que esperar dos a tres meses para recibirla. Asimismo, solo tienen cinco inspectores y una sola máquina de impresión de tarjetas, lo que imposibilita el incremento en el número de pacientes. Tampoco se le ha hecho promoción interna ni externa, lo que limita el conocimiento respecto a la existencia de la industria. Lo que ha podido avanzar ha sido de boca en boca de las experiencias de los pacientes con el producto”, explicó Aldarondo.

Sostuvo que si Salud como agencia tuviese los recursos, las proyecciones se hubiesen cumplido y superado, porque la demanda existe. Aceptó, que tras el paso de María tuvieron que comenzar desde cero, pero entiende que para agosto o septiembre deberán operar con total naturalidad.

Aldarondo sostuvo que se trata de una industria altamente rentable, donde los dispensarios pueden vender entre $5,000 a $10,000 diarios, ya que el mercado local es uno de precios más sólidos en comparación con los mercados más grandes de Estados Unidos, incluidos California y Colorado. En Puerto Rico la libra de cannabis está en $4,000 y en otras jurisdicciones está en $1,000. Esa diferencia en precio fue adjudicada a los costos energéticos, los requisitos de seguridad, los requisitos exigidos a los laboratorios y demás costos de producción en Puerto Rico.

Destacó que la Isla es un mercado competitivo por la calidad del producto que se elabora. “Aquí se manufactura desde su estado natural y Puerto Rico le ofrece a ese turista médico que pueda llegar, toda una experiencia, que va desde las atracciones turísticas hasta un clima cálido”, sostuvo Aldarondo, y reconoció que el mayor cliente actualmente es el local, ya que al extranjero le emiten un permiso por 30 días.

En torno al costo de los productos manufacturados con cannabis, varios representantes de la industria coincidieron en que no son accesibles para todo el mundo en muchas de sus especialidades por su alto costo. Un tratamiento para un paciente con un dolor recurrente puede costarle un promedio de $100 mensuales. En un paciente de cáncer, esa cifra promedia entre los $300 y $500 mensuales.

Sin embargo, hay opciones económicas, como la flor, versátil y económica con todos los componentes principales como el Terpeno y los cannabinoides, cuyo gramo tiene un costo de entre $10 a $15 y el aceite concentrado cuyo costo fluctúa entre los $70 a $80. Actualmente, la mayor demanda llega de pacientes entre los 40 a 65 años, con afecciones como la fibromialgia, artritis, dolores crónicos, cáncer y trastornos de ansiedad.

Como muchas industrias, el cultivo y manufactura del cannabis medicinal igualmente registra una fuerte demanda tras el paso del huracán María. Jorge Sanders, director de Operaciones de Anani Medical, cultivador y manufacturero de cannabis para los dispensarios, sostuvo que cuentan con un cuarto de cultivo, que produce entre 100 a 150 libras por cosecha, que se vende con rapidez, porque la demanda existe. Aceptó que los precios varían acorde con los dispensarios, y algunos pueden hacer más accesibles ciertos productos para personas de escasos recursos, como son los comestibles, con precio en los $5.

Con ello coincidió Carmen Serrano, propietaria de b.well Healing Center, que cumple su primer aniversario y se posiciona como la red de dispensarios líder en la Isla, con tres operaciones en Ocean Park, Viejo San Juan y Torrimar, y abrirán otro en Condado. Poseen el 25% del mercado local.

Para Serrano, el cannabis medicinal es un proyecto robusto, al que le augura un gran crecimiento. “El cannabis no es la solución para todo ni para todos, pero permite mejor calidad de vida. Se ha probado que reduce los tamaños de tumores, previene algunas enfermedades y permite reducir el consumo de fármacos, todo de manera natural”, expresó Serrano.

Planteó como limitaciones que el tratamiento no está cubierto por los planes médicos, algo que para muchos de los componentes de la industria es mejor porque no controla el recetario. También mencionó que el cobro del IVU a los productos los encarece más.

Para manejar la desventaja en precios, Serrano adelantó que lanzará un programa de recompensa, para los pacientes frecuentes. Destacó que los retos principales incluyen la lentitud en los procesos de certificación de pacientes y renovación de licencias, la falta de información con relación al proceso de certificación para uso de flor, y los mitos que aún rodean el uso del cannabis medicinal como tratamiento médico. “Esto nos ha llevado a desarrollar un programa educativo recurrente en donde todas las semanas contamos con médicos autorizados para orientar a las pacientes, evaluar sus expedientes e historial médico y gestionar sus licencias para el tratamiento. Esto nos ha ayudado a mantener y aumentar consistentemente nuestra base de pacientes”, informó.

Fuente: elvocero.com

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