Juicio contra exmaestro del Albergue Olímpico

[dropcap]M[/dropcap]ensajes de texto de alto contenido sexual fueron presentados ayer durante el primer día del juicio contra el exmaestro de la escuela especializada en deportes del Albergue Olímpico en Salinas, Alexander Greaux Gómez, acusado por producción de pornografía infantil, incitar a una menor a sostener relaciones sexuales y transportación de una menor para tener sexo.

“No querrás ver este nivel de ganas… a este nivel sí te podría lastimar… qué vas a hacer conmigo… tengo dos litros (de semen) ahí guardados”, rezan cuatro de los mensajes de texto, presuntamente enviados por el acusado a la adolescente y presentados por la fiscal federal Ginette Milanés durante el testimonio de la madre de la perjudicada. La joven —cuyo nombre no será revelado por este diario— tenía 15 años al momento de los hechos.

La testigo declaró que el acusado, de 39 años, era el maestro y entrenador de su hija.

Relató que una madrugada se levantó para ir a su trabajo, acudió al cuarto de la entonces menor y vio que esta enviaba mensajes de texto debajo de las sábanas.

“Se puso tan nerviosa, temblaba y comenzó a llorar. Me sorprendió su reacción. Me dijo que no me había dicho que tenía un amiguito y que se texteaba con él. Le dije que no era razón para ponerse nerviosa. Ella bloqueó el teléfono y yo me llevé el celular al trabajo. Entraron unos mensajes de Alexander Greaux, pero no pude ver los mensajes”, narró.

Contó que le preguntó a un compañero de trabajo si podía desbloquear el aparato. Este le indicó que la opción era hacerle un “reset” y accedió a hacerlo. “Se le hizo un ‘reset’ y comenzaron a subir los últimos mensajes de WhatsApp… eran mensajes de índole sexual. Tenía una foto de mi nena en ropa interior. Decía que la iba a buscar”, detalló.

“Me puse nerviosa y comencé a llorar. No sabía qué hacer”, dijo la testigo.

Le consultó a su jefe qué podía hacer y este le dijo que consultara con un abogado. Un letrado al que no identificó le recomendó que llamara al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), agencia que investiga este tipo de casos.

La progenitora de la presunta víctima no fue contrainterrogada por el abogado del acusado, José Olmo.

Alegan que admitió los hechos

También testificó el agente de la Policía de Puerto Rico Albert Villanova, miembro del “task force” del ICE.

Villanova señaló que la madre de la menor informó a su agencia sobre lo ocurrido en diciembre de 2016. Detalló que la adolescente rehusó revelarle a su madre la contraseña del celular. Manifestó que consiguió una orden de registro del aparato del acusado. Le envió un “subpoena” a la compañía telefónica con la que Greaux Gómez tenía su cuenta.

El agente se personó a la residencia del exfondista, quien fue entrevistado tras salir a botar la basura. Destacó que le leyó los derechos al acusado y que le proveyeron un documento que los contenía.

“Él firmó el documento y consintió que lo entrevistáramos”, apuntó Villanova. “Dijo que era maestro del Albergue Olímpico en Salinas, que era entrenador y admitió tener relaciones sexuales y que sabía que ella tenía 15 años y que estaba cometiendo un crimen”, testificó el agente.

Durante el contrainterrogatorio, Villanova dijo que la entrevista a Greaux Gómez fue llevada a cabo en el interior de un vehículo. A preguntas del licenciado Olmo, el testigo señaló que portaba un arma de fuego durante la entrevista.

Temprano en la tarde las partes presentaron sus argumentos iniciales a los siete hombres y cinco mujeres que fueron seleccionados como jurados regulares y dos varones suplentes.

La fiscal Milanés expuso que este caso “es sobre un abuso de confianza, de una joven atleta y su familia que pusieron su confianza en el acusado, quien posó como un amigo y como entrenador”.

Señaló que al principio el acusado y la joven tuvieron una relación normal de maestro-alumna. Pero, con el paso del tiempo el imputado empezó a darle más atención a la menor y comenzó a contarle sobre sus asuntos personales.

De octubre a diciembre de 2016 el acusado le pedía a la perjudicada “que le mintiera a sus padres y a la escuela para tener sexo con ella”, afirmó la fiscal, quien solicitó al jurado emitir un veredicto de culpa.

Entretanto, Olmo le solicitó a los juzgadores de hechos que se mantengan imparciales hasta que vean toda la evidencia.

El caso es presidido por el juez federal Francisco Besosa.

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