Prometen mejor vida a confinados que se trasladan

La meta es que en cinco años se trasladen a cárceles privadas de Estados Unidos 3,200.

[dropcap]E[/dropcap]l guardia correccional que cargaba un racimo de esposas plateadas se acercó y me preguntó si venía “a entrevistar a los que se van”.

“Cuántos son los que se van”, le preguntó a una funcionaria correccional. “Hay como 89 [confinados] identificados”, dijo la mujer.

En la cárcel Guayama 500 hay 456 reclusos en total. Es una prisión de custodia mínima calificada como “protectiva”, porque alberga a reclusos que por su seguridad no pueden convivir con el resto de la población penal, como por ejemplo policías que cumplen una condena. La cárcel está ubicada en el municipio sureño de Guayama, en una zona árida, cerca de fábricas y farmacéuticas.

Detrás de la primera de varias puertas de seguridad, hay un camino cercado que conecta con una estructura en donde hay varios salones, parecida casi a una escuela abandonada o un hospital viejo. Pero aquí hay guardias armados.En uno de los salones, 27 confinados se sentaron en pupitres. Algunos parecen acabados de graduar de escuela superior, otros tienen aspecto de maestros de larga trayectoria y sabiduría. Todos están sentados como alumnos, con uniformes caqui, miradas recias, y una sentencia a cuestas.

En una pizarra se proyectan imágenes e información de Tallahatchie County Correctional Facility, la cárcel privada de Mississippi en la cual el Departamento de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico (DCR) les promete que van a estar mucho mejor que aquí.

Fuente: telemundopr.com

Leave a Comment